La historia de "la tierra de la buena gente", Aguascalientes.

Aguascalientes, uno de los estados mexicanos más pequeños, que debe su nombre a los numerosos manantiales de agua caliente de la región, es también conocido como centro de producción de vinos y otros licores de frutas. Aguascalientes tiene una próspera cultura culinaria a pesar de su pequeño tamaño. Las costillas de cerdo con salsa de guayaba, los panes de calvillo, los tamales de queso y manteca y los postres como la chocolatina y el ate, un dulce tradicional y sustancioso, son sólo algunos de los productos más destacados de la región.


Historia antigua

Los agrarios Caxcanes en el suroeste, los nómadas Zacatecos en el norte y los guerreros Guachichiles en el este constituían las poblaciones indígenas de esta zona. El principal centro prehispánico de Aguascalientes fue la ciudad de El Ocote, habitada desde el año 300 d.C. En la región se han encontrado cerámicas, herramientas de piedra, textiles y pinturas rupestres. Alrededor del año 900 a.C., se cree que las tribus nómadas del norte conocidas como los chichimecas saquearon y destruyeron la ciudad.

Historia media

Nuño Beltrán de Guzmán, un abogado español, dirigió un ejército de 300 soldados españoles y 6,000 indios hacia Aguascalientes en 1529. A lo largo de los diez años siguientes, cientos de tropas españolas entraron en la llamada Nueva Galicia. Cuando la tierra de los guachichiles fue concedida a los españoles para que pudieran empezar a criar ganado allí, se construyeron puestos militares para vigilar las rutas comerciales hacia la Ciudad de México. La Villa de Nuestra Señora de la Asunción de Aguascalientes era el nombre de uno de estos puestos. El 22 de octubre de 1575, don Gerónimo de Orozco, presidente de la Real Audiencia y gobernador de Nueva Galicia, creó la ciudad con el consentimiento del rey Felipe II de España.

En un esfuerzo por rechazar a los españoles, los indios lucharon en la Rebelión del Mixtón (1540-1541) y en la Guerra Chichimeca (1550-1600), que convirtieron la zona en un campo de batalla. Para el año 1582, Aguascalientes sólo contaba con un comandante militar, 16 tropas y dos ciudadanos. La última incursión indígena se produjo en 1593, como resultado de que los españoles empezaron a negociar un acuerdo pacífico con los indios en la década de 1580.

A finales de la década de 1590, una nueva oleada de colonos españoles llegó a la región, trayendo consigo esclavos negros e indios. En 1610, la población de Aguascalientes estaba compuesta por unos 25 españoles, 20 esclavos negros, 10 indios y 150 mestizos con ascendencia india.

Cuando Aguascalientes se separó de Lagos de Moreno en 1617, se convirtió en un territorio independiente. A pesar de contratiempos como una devastadora enfermedad que mató a 1,018 personas, predominantemente indios, entre 1738 y 1739, el territorio siguió expandiéndose.

El pasado reciente

A Aguascalientes le costó encontrar la estabilidad y se enfrentó con frecuencia a Jalisco y Zacatecas por cuestiones territoriales. Aguascalientes se unió a Zacatecas como subdelegación en 1804, y permaneció como tal hasta que terminó la Guerra de la Independencia de México en 1821. Tras la guerra, Aguascalientes vivió tres años de independencia antes de reincorporarse a Zacatecas en 1824. Once años después, Zacatecas se rebeló contra el gobierno federal. Santa Anna castigó al estado haciendo que el Congreso Mexicano declarara a Aguascalientes provincia independiente después de que los insurgentes fueran aplastados. 

Desde 1835 hasta 1847, la región fue independiente antes de que el Congreso se la cediera de nuevo a Zacatecas. Seis años más tarde, Aguascalientes se separó definitivamente de Zacatecas y se le dio el estatus de departamento. Finalmente, el 5 de febrero de 1857 se fundó el Estado Libre y Soberano de Aguascalientes, bajo la Constitución Federal de la República Mexicana.